jueves, 12 de febrero de 2009

FILM: EL VEREDICTO. ASPECTOS BIOÉTICOS

Un abogado de 55 años edad, alcohólico, malatiende su despacho, prácticamente no tiene clientes y está en bancarrota.

Desde hace año y medio ha aplazado un caso de negligencia médica, finalmente, se decide atenderlo.

En tres años sólo ha litigado cuatro casos, está divorciado y fue acusado de haber sobornado a jueces, aunque lo absolvieron de culpabilidad está desprestigiado profesionalmente.

Se trata de una paciente en estado de coma desde hace cuatro años que, a juicio de un médico experto en anestesia afirma que en el Hospital de la Arquidiócesis, Santa Catalina, los médicos “mataron” a la paciente, al administrarle el anestésico y que ella murió en su propio vómito”; éste especialista se ofrece a declarar en la corte y exponer estos criterios.

Al preguntarle el abogado al médico especialista que por qué se ofrece a declarar en contra de los médicos, él le dice que es lo correcto y además no desea que ese tipo de personas trabaje en la misma profesión que él.

En su bar habitual, el abogado conoce a una misteriosa mujer con la que entabla conversación, ne necesita alojamiento para vivir. Él queda prendado de su belleza, y al poco tiempo le brinda su casa y ella acepta.

Cuando el abogado le toma las fotos a la paciente en estado vegetativo en el hosptal, sufre una ilumnación ética y cambia su percepción de los valores de su profesión.

La Arquidiócesis ofrece al abogado, a titulo de reparación moral, 210 mil dolares, aunque él pide 600 mil. Por honorarios él se quedaría con 200 mil dolares (más de dos millones de pesos mexicanos), pero no acepta la oferta de la Arquidiócesis y más tarde dice “la mataron y quieren comprarnos”.

El abogado de la Arquidócesis tiene aproximadamente 14 abogados a su servicio y todos saben a las claras, que se trata de un caso de negligencia médica y que sus médicos – clientes-- son responsables.

Nuestro abogado decide ir a juicio, lo dice frente al juez y frente al jefe de abogados del bufete de la Arquidiócesis, el juez se molesta porque no acepta el arreglo para evitar el proceso jurídico.
El poderoso bufete de la Arquidiócesis se prepara para la demanda, movilizando a la prensa y a la televisión a favor de la calidad y el prestigio de la atención médica del hospital Santa Catalina.

Al revisar el caso al detalle, el abogado encuentra un hecho contundente y discordante: la hermana de la paciente en estado vegetativo desde hace cuatro años, afirma que su hermana ingiríó alimento una hora antes de llegar al Hospital con el inicio del trabajo de parto. En cambio, la hoja de admisión registra nueve horas antes.

Sin consultar a los familiares de la paciente nuestro abogado, rechaza la oferta de la Arquidiócesis y decide irse a juicio, seguro de ganar ya que testimoniará contra los médicos negligentes un médico honesto y prestigiado. Los familiares se molestan con el abogado por su decisión unilateral.

Pero el experto que va a testimoniar contra los médicos negligentes, desaparece y se comprende que ha sido comprado por el bufete que representa a la Arquidiócesis.

El abogado, ante tal situación decide aceptar los 210 mil dólares que ofrece la Arquidiócesis, pero como ya han retirado la oferta y quieren el juicio, tiene que encontrar un médico que testimonie sobre el acto médico de negligencia y desesperadamente hace venir a un médico que no está al nivel, ni remotamente de su primer candidato y cuando testifica no logra credibilidad.Es de destacar: el médico que consigue el abogado es un hombre de 74 años, quien se dedicaba a atestiguaba en casos de negligencia médica.

Al seguir estudiando el caso se enteran que la enfermera de Urgencias que ingresó a la paciente, ya no trabaja en el Hospital. La buscan para conocer su testimonio y eventualmente presentarla en la corte, pues necesitan a alguien que haya estado en el quirófano y expliqué qué fue lo que sucedió con la paciente.

Desde que inicia el juicio, el bufete de abgados de la Arquidiócesis, va rebatiendo todas las evidencias que inculpaban al cirujano obstetra y al anestesiólogo que habían cometido la iatrogenia.

Todo parece perdido hasta que encuentran a la enfermera que llenó la hoja de admisión y en la cual, hay datos diferentes a los que se establecen en la hoja de admisión presentada en la Corte.

Casi todo el personal del hospital, el de Admisión y el de Quirófano testifican a favor de los médicos acusados con excepción de la enfermera que ya no trabaja en el hospital y es la persona que recibió a la paciente en Admisión.

El juez que lleva el juicio, está a favor de la Arquidiócesis y acusa de corrupto al abogado acusador, ambos discuten violentamente se amenazan de corrupción y de llevar el caso ante la CORTE DE ABOGADOS.

El jefe del bufet de abogados de la Arquidiócesis ha estado utilizando a la misteriosa mujer como una espía de nuestro abogado y se le ve entregándole un cheque por sus servicios. La dama le ha estado informando puntualmente al bufete cada uno de los movimientos de nuestro abogado. Al hacer un recuento de la situación se da cuenta que ella le ha hecho un daño irreparable al caso, se le ve abrumado y con la certeza que perderá el proceso.

Inicia la búsqueda de ela enfermera de Admisión y la encuentra, ya no practicaba la enfermería y se va enterando él que la hicieron cambiar la hoja de admisión y cambiar el dato: la paciente había comido una hora entes del ingreso, los doctores la ingresaron al quirófano y broncoaspiró.

Obligaron a la enfermera a cambiar el horario de ingesta de alimentos a nueve horas en vez de una bajo amenaza de despedirla, cosa que finalmente sucedió.

La enfermera decide ayudar al abogado, se presenta en la corte y explica pormenorizadamente su verdad sobre el caso. A pesar de la férrea defensa del bufete de abogados el jurado falla a favor de la paciente y el monto económico de reparación del daño es mucho mayor al que de principio había ofrecido la Arquidiócesis.